La pesadilla de Rambo

Tanto influye Hollywood en nuestras vidas que al viajar a Vietnam es inevitable pensar en la guerra que mantuvo contra los americanos, e imaginar el sonido de los helicópteros o estremecernos con el sonido de algún bombardeo. La guerra acabó hace más de 30 años y el tiempo ha enterrado viejas pesadillas, pero aún se pueden visitar localizaciones emblemáticas de aquella guerra, como los Túneles de Cuchi al oeste de Saigon.

Túneles de Cu Chi

Túneles de Cu Chi

Sorprende descubrir que a tan solo 30 km. de Saigon, el Vietcong tenía una extensa red de túneles con los que se abastecía y hostigaba a las fuerzas americano-vietnamitas del sur. En estos pasadizos disponía de almacenes de municiones, fábricas de armas y hasta cocinas subterráneas con ingeniosas chimeneas que utilizaban un sistema para que el humo se levantase apenas 20 cm. del suelo y evitar que el enemigo lo divisase desde los helicópteros.

Túneles de tamaño vietnamita

Túneles de tamano vietnamita

Al llegar, descubrimos un pequeño parque temático sobre los túneles, donde podías ver esquemas de cómo eran por dentro, tanques americanos abatidos y ejemplos de trampas que usaron los soldados norvietnamitas en la selva.

También te muestran entradas originales a los túneles, e impresiona comprobar lo pequeños que eran. Incluso los turistas podían probarlos, y Silvia, que es una valiente, bajó a uno de ellos pero ni el pixel ni yo nos atrevimos a meternos pues corríamos peligro de quedarnos atascados.

Julio por los túneles agrandados

Julio por los túneles agrandados

El momento estrella de la visita era recorrer un túnel preparado para turistas, más del tamaño gordito anglosajón, y revivir cómo sería la dura vida en los túneles durante la guerra. Es una experiencia no apta para cardíacos pues la falta de luz y la claustrofobia pueden pasarte una mala jugada.

Y si al acabar la visita todavía tienes adrenalina que gastar, puedes comprarte unas balas en la tienda y disparar en la galería de tiro emulando a Rambo en alguna de sus películas.



Autor

Si notas que tu vida pasa volando y la consideras una aburrida monotonía, pisa el freno. ¡Arriésgate! Cambia algo y verás como se anima el cotarro.

Un comentario en “ La pesadilla de Rambo ”

  1. qué malrollete, no?