¡Vale un Potosí!

Ya se lo dijo Don Quijote a Sancho: “Vale un Potosí”. Y es que durante el siglo XVII en esta Villa Imperial vivían más habitantes que en París, Roma o Madrid, debido al manantial inagotable de plata que manaba del Cerro Rico, la montaña junto a la que ha crecido la ciudad de Potosí.

Potosí y el Cerro Rico

Potosí y el Cerro Rico

Después de leer la increíble historia de la ciudad, que parece extraída de una novela de piratas y corsarios (aunque sin mar), decidimos visitarla. Sería una de nuestras primeras ciudades de arquitectura colonial y además teníamos mucha curiosidad por ver el Cerro Rico. Y efectivamente, pasear por la ciudad te transporta al Siglo de Oro. El centro se encuentra lleno de decenas de iglesias, numerosos palacios e innumerables casas coloniales con decorados balcones, grandes portales y tejados de tejas.

Calle de Potosí

Calle de Potosí

Sin que nadie nos dijera nada, dedujimos cuál era el el Sumaj Orcko o cerro hermoso cómo lo llamaron los incas. Era la imponente montaña pelada y marrón que se veía desde cualquier parte.

Desde antes de la época de los conquistadores españoles y sobre todo después, se ha explotado esta montaña (expoliado mejor dicho) y todavía hay mineros escarbando en sus entrañas. Pero ya no obtienen plata, la veta está agotada, y bajo condiciones lamentables extraen estaño u otros metales menores, además de aguantar la visita de turistas que por unos bolivianos, entran en los túneles de la mina para conseguir una foto con minero.

Nosotros lo descartamos porque sólo la idea de entrar en el inframundo con nuestra Canon, para conocer a un minero que trabaja como hace 500 años y regalarle hojas de coca, alcohol o en el mejor de los casos, dinamita, nos ponía los pelos de punta. Pero a lo mejor es que somos muy sensibles, lo cierto es que es la actividad más popular de todos lo que van a Potosí.

El Sumaj Orcko o Cerro Rico

El Sumaj Orcko o Cerro Rico

Así que nos dedicamos a nuestro plan alternativo. Caminando por Potosí disfrutamos de calles llenas de historia, una arquitectura única y algún museo. La Casa de la Moneda podría en realidad llamarse el ‘Museo de la Plata’ y además de encontrarse en un edificio que en sí ya merece la visita, muestra todo el proceso de la plata, desde su extracción en el Cerro Rico hasta su envío a Europa, pasando por el acuñado de la moneda o la historia del mayor tesoro jamás encontrado, el pecio del buque hundido Atocha.

Convento de Santa Teresa

Convento de Santa Teresa



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Si notas que tu vida pasa volando y la consideras una aburrida monotonía, pisa el freno. ¡Arriésgate! Cambia algo y verás como se anima el cotarro.

2 Comentarios en “ ¡Vale un Potosí! ”

  1. Potosí, dicen que España en su momento pudo renunciar a toda América, menos a Potosí… sus monedas circularon por todo el mundo.

    Cuando pienso en Potosí, me entra orgullo y rabia a la vez… orgullo por que en esta ciudad su riqueza aún no ha culminado, enriqueció a Europa y por que Potosí no dejará de ser Potosí. Me da rabia, por que es una ciudad que en su momento la población fue superior a la de Londres y París y ahora es una de las ciudades menos pobladas en Bolivia… Pero existe la justicia? Quiero creer que sí… todo el mundo pensaba que Potosí se quedó pobre y aún en pleno siglo XXI, Potosí volverá a renacer después de varios siglos marginada…
    EL LITIO
    Este es su momento… Potosí será tan alabada como lo fue cuando en España decían “contemplad el Gran Cerro de Potosí” al ver por primera vez dibujada el Cerro Rico…

    Esta ciudad renacerá de las cenizas y espero estar vivo cuando en el mundo no necesitemos el petroleo y Potosí se enriquezca de la extracción del LITIO.

  2. Paolo: Tu comentario, SI, vale un POTOSÍ y espero también, con ansias, que esta bella ciudad, sea sinónimo del Ave Fenix y se enriquezca de la extrancción de Litio.

    Cordiales saludos