Alojamiento ‘High Level’, no de ‘High Level’

¡Y en Cape Town a los mendrugos no se les ocurre otra cosa que reservar 4 noches en un hostal que habían elegido por las fotos de un miserable catálogo! Pero serán inocentes, si esas fotos estaban hechas el día que inauguraban el lugar. “No nos volverá a pasar” decían después los tarugos.

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Enumero los lujos con los que me he encontrado en tan magno alojamiento:

• Los fantásticos sofás de raso rojo tenían una manchas que sospecho serían de sudor, pues en ellos se acostaban por la noche a ver la tele los más horondos huéspedes del lugar.

• La reluciente cocina tenía goteras y los trastos para cocinar databan de la época de Maria Castaña.

• Supuestamente uno de los baños lo acababan de renovar el día de nuestra llegada. Bueno, pues tan solo lo habían pintado de blanco y habían cambiado lavabo e inodoro reciclándolos de algún Mercado de los Encantes local. Y cuidado al ducharte porque podías acabar degollado por una mampara de cristal de 15 mm a punto de romperse.

• Los espacios comunes se componían de un saloncito para ver la tele y conectarte a internet, el sitio de los sofás sudorosos, y dos mesas en la terraza donde de día al sol se estaba fenomenal, pero por la noche te pelabas de frío. Conclusión, cuando anochecía te ibas a dormir.

• Y lo mejor, las habitaciones….perdón, los barracones, porque no se pueden calificar de otra manera. El de las chicas no estaban mal, unas 9 camas en una habitación más o menos amplia. Pero el de los chicos era de traca, las ventanas rotas no se podían cerrar, unas 15 camas sin espacio ni para hacer el paso de Chiquito de la Calzada y con las sábanas que desprendían un fantástico ramillete de olores a sudores resecos que dotaban a la estancia de una calidad superior.

La primera noche me sirvió para ir descubriendo el ambientillo del lugar. Ronquidos variados, sonoras ventosidades y furtivas sombras que pasaban de madrugada al lado de mi cama me hacían soñar que estaba durmiendo en medio de la selva. Pero el pestazo a sudor y el sonido de los coches me devolvían a la realidad.

Retrasé todo lo que pude el momento de ir a dormir la segunda noche pero ya me había acostumbrado y tan solo tuve una experiencia paranormal. En medio de la noche me despertaron unos ruidos de mochila al lado de mi cama y al volverme pude descubrir a escasos centímetros de mi cara a mi compañero de cama en pelotas y en posición de cuclillas. Buscaba la ropa para vestirse y marcharse de madrugada. O tenía el autobús muy temprano o hasta allí llegaron sus escrúpulos.

Las siguientes dos noches fueron como la seda, pues ya me había hecho al lugar, y total, ya las habíamos pagado.



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5 Comentarios en “ Alojamiento ‘High Level’, no de ‘High Level’ ”

  1. Glups, lo de “mi compañero de cama en pelotas y en posición de cuclillas” me ha llegado a lo más hondo de mi ser. Aunque lo de “la habitación de las chicas” y “la de los chicos” tampoco tiene desperdicio.

    Ánimos y suerte en el próximo hostal!

  2. Gracias, me has alegrado el día.

    xDDD

  3. Gracias a ti por leernos.
    El objetivo era haceros pasar un buen rato y contaros las desventuras que me estan haciendo pasar estos aprendices de exploradores.
    Proximamente os contare alguna mas.

  4. A mi tambien me llego al alma, imaginate.
    Por ahora es el unico hostal donde hemos encontrado la separacion de habitaciones por sexo. Pero en el siguiente donde lo apliquen me pedire ir a la de las chicas, suelen roncar menos.

  5. esos viajeros!! ya veo que en lo poco que lleváis de viaje ya habéis tenido experiencias de diferentes tipos! bueno, y todo lo que os queda por vivir… que lo disfrutéis mucho! un abrazo.