Itinerario ‘Vuelta a las Annapurnas’

Os explicamos la ruta que nosotros seguimos durante los 15 días de trekking, pero una de las ventajas de este recorrido es su flexibilidad. Las etapas pueden adaptarse a cada persona, aprovechando que hay infinidad de lodges (sencillos alojamientos) durante toda la ruta, donde uno puede pararse a descansar, tomar un té, comer o decidir que allí acaba su etapa del día.

Día 1 POKHARA – NGADI (930 m.)
El trayecto en autobús desde Pokhara (250 NRs) fue accidentado, pero a pesar de la avería del cuatrolatas, que nos obligó a bajar del bus 3 veces, hasta llegar a un taller, sólo nos retrasamos poco más de una hora de la hora prevista de llegada a Besisahar.

Paisaje tropical

Paisaje tropical

Para evitar caminar por el camino con los jeeps, tomamos el autobús ‘4×4’, que cruza ríos, hasta Bhulbhule, y desde allí caminamos una hora hasta Ngadi, donde una amable abuelita nos convenció para quedarnos en el lodge que regentaba la hija. Eramos los únicos huéspedes y la primera noche fue muy acogedora.

Día 2 NGADI (930 m.) – JAGAT (1.430 m.)

Con un desayuno a base de pan tibetano con miel salimos para realizar nuestra primera etapa real del trekking. La ruta sigue el curso del río Marsyangdi Khola, a través de una frondosa vegetación tropical, salpicada de altas cascadas.

Atasco de caravanas de mulas

Atasco de caravanas de mulas

Tuvimos un momento drama al seguir a un porteador y encontrarnos con una bajada de tierra mojada y deslizante que caía sobre la ladera hacia el río, pero después de unos cuantos equilibrios, conseguimos llegar abajo, aunque el grupo de mujeres que nos miraba desde abajo, se echó unas buenas risas.

En el pueblo de piedra de Jagat, encaramado en una colina, es donde se cobraba el impuesto de la ruta de la sal al paso de las caravanas.

Día 3 JAGAT (1.430 m.) – KARTE (Khoto) (1.870 m.)
El camino sigue los valles y en esta zona hay muchos pasos de tierra mojada y deslizante, pero sin duda la parte más dura es la subida a Tal.
El arrullo del río y las cascadas ponen banda sonora a toda esta parte del camino, e incluso se pasa por debajo de uno de estos saltos de agua.

Día 4 KARTE (1.870 m.) – CHAME (2.710 m.)

Al salir de Karte hay que caminar con cuidado debido a los desprendimientos de rocas. Por este mismo motivo, más adelante en la ruta, entre Damaqyu y Timang estuvimos parados durante una hora, ya que estaban limpiando la zona de rocas desprendidas o a punto de caer.

Día 5 CHAME (2.710 m.) – UPPER PISANG (3.310 m.)
Después de empezar a divisar ya las altas cimas poco antes de Chame, ahora sí nos acercamos a los Annapurnas. Merece la pena pararse en Dhukur Pokhari a tomarse un té y disfrutar de las increíbles vistas del Annapurna II, aunque es difícil resistirse a las primeras terrazas, es mejor llegar a las del final del pueblo, las vistas son mucho mejores.

El camino en esta jornada resulta mucho más fácil y plano, con un agradable paseo entre bosques mientras disfrutamos de la impresionante pared vertical del Paungda Danda.

En Upper Pisang las vistas son fantásticas, merece la pena subir las penosas escaleras y alargar 20 minutos más la jornada para dormir arriba y no en Lowe Pisang, a pie de río.

Podemos decir que en Upper Pisang es el único lugar del trekking donde hemos comido realmente mal, la señora del Annapurna Logde cocinaba realmente mal, y hasta incluyía gusanos en los noodles vegetarianos.

Día 6 UPPER PISANG (3.310 m.) – NAWAL (3.657 m.)

En este punto hay dos opciones, seguir la ruta baja junto al río y más fácil hasta Manang, o la alta y que sube la montaña, mucho más dura, pero con unas vistas insuperables.

Comiendo palomitas con nuestros colegas franceses

Comiendo palomitas con nuestros colegas franceses



Nota: Amaury y Jérémy estaban acabando su vuelta al mundo, así de disfrutamos de entretenidas charlas de consejos e inquietudes. Su blog es ‘Un an sur la planète‘.

Como somos masocas, elegimos la ruta alta y no nos arrepentimos. Las vistas del Annapurna II, Annapurna IV y más adelante del Annapurna III dejan sin respiración, o mejor dicho, pararse a admirarlas es la excusa perfecta para recuperar el aliento después de la durísima subida.

Pero una vez llegados a Ghyaru la recompensa deja sin adjetivos. Allí hicimos una parada para darnos un caprichito, unas patatas fritas y unas palomitas, yo quería una mazorca, pero mira, nuestro malentendido con el camarero fue divertido y comer palomitas de maíz contemplando las imponentes cumbres tampoco es una mala elección.

Como esta jornada es dura y conviene realizar una parada de un día en Manang (3.500 m.) para aclimatarse a la altura, decidimos dividir la etapa en dos y pararnos a dormir en Nawal (3.600 m), para así comenzar la aclimatación y no quedarnos parados un día completo.

Nawal es un bonito pueblo de ascendencia tibetana donde disfrutamos de la compañía de dos travievos amigos: la inquieta Gorun y el bichejo de Lama que se nos hicieron inseparables.

Yaks en el Himalaya

Yaks en el Himalaya

Día 7 NAWAL (3.657 m.) – MANANG (3.540 m.)
El recorrido hasta Manang no es largo, por lo que disponíamos de mucho tiempo para hacerlo y realizamos la ruta con tranquilidad, disfrutando mucho del paisaje y haciendo fotos de los rebaños de yak y caballos que nos íbamos encontrando y las laderas de llamativos arbustos rojos recortados contra los blancos picos, los tres Annapurnas II, IV y III en una misma panorámica.

Manang es la capital del distrito, y aunque no deja de ser un pueblecito, hay tiendas donde comprar casi de todo lo que uno pueda necesitar o haya echado en falta durante el camino e incluso darse unos cuantos caprichos.

¡Umm, filete de yak!

¡Umm, filete de yak!

En el restaurante de Mavis probamos la carne de yak con unos buenos filetes en salsa que nos supieron a gloria ¡hacía más de un mes que no comíamos carne!

Día 8 MANANG (3.540 m.) – LETDAR (4.200 m.)
A partir de Letdar los lodge se convierten en refugios, ya no hay poblados, sino simples asentamientos para los excursionistas, donde se puede conseguir una sencilla habitación donde dormir y un plato caliente, pero sin demasiadas exigencias, que estamos por encima de los 4.000 metros. Utilizan generadores y energía solar, por lo que hay luz en las estancias comunes, pero no en las habitaciones. Tampoco tienen duchas, y menos agua caliente, por lo que con el frío y las heladas que caen, aquí empiezan los 3 días sin ducharse, que según parece, es bueno para la aclimatación, así que tan contentos.

La ruta hasta Letdar es dura, se suben 660 metros y la falta de oxígeno se nota ya mucho. Debido al esfuerzo y la altura, tuve un ataque de migraña fuerte, pero una vez descansado y dándole al cuerpo tiempo para aclimatarse, ya estaba en plena forma al día siguiente, por lo que continuamos la ruta sin problemas.

Cerca de Manang

Cerca de Manang

Día 9 LETDAR (4.200 m.) – THORANG PHEDI (4.450 m.)
Es una etapa corta de unas dos horas y media, pero es mejor hacerlo así y no forzar demasiado al cuerpo, para que pueda irse acostumbrando a la altura poco a poco.

Algunos optan por dormir en el Hight Camp, que se encuentra a 4.900 metros de altura y así adelantar una durísima hora de subida para la etapa reina del día siguiente. Es una elección personal, pero nosotros preferimos quedarnos en Thorang Phedi y dormir a menos altura.

Día 10 THORANG PHEDI (4.450 m.) – MUKTINATH (3.800 m.)
[Paso del Thorung La 5.416 m.]

¡El gran día! Sabíamos que iba a ser duro, pero superó nuestras expectativas con creces. Nosotros, ratones de ordenador nada acostumbrados a la alta montaña, descubrimos porque los alpinistas caminan tan despacio y se mueven a cámara lenta, es imprescindible para no forzar al corazón y poder llevar un ritmo regular durante la ascensión.

Banderas de oracion tibetanas

Banderas de oracion tibetanas

Así que poco a poco, y un pasito tras otro, conseguimos llegar al paso más alto del mundo, el Thorung La y después iniciar la interminable bajada hasta Muktinath. Personalmente, me mató más el descenso de más de 1.600 metros, donde ya empezaron a resentirse y mucho mis maltrechas rodillas.

La llegada a Muktinath fue una celebración, aunque empañada por un triste acontecimiento, una chica coreana con la que habíamos coincidido durante los últimos 5 días en los lodge se desmayó mientras se duchaba y tuvo que ser trasladada a Jomsom. No lo supimos hasta más tarde, pero finalmente falleció, y la preocupación nos dejó algo tristes.

Día 11 MUKTINATH (3.800 m.) – KAGBENI (2.800 m.)
Muktinath es un pintoresco pueblo y lugar de peregrinación tanto para hindús como budistas.

Después del criminal descenso del día anterior tuve que comenzar a utilizar la rodillera, pero lo más irónico fue que no me la ponía en la rodilla en la que me rompí los ligamentos, sino en la otra, que había soportado todo el esfuerzo y saltos durante el camino, para proteger a la otra.

Ruedas de oracion tibetanas

Ruedas de oracion tibetanas

Día 12 KAGBENI (2.800 m.) – LARJUNG (2.550 m)
Kagbeni se encuentra a las puertas del Alto Mustang, una zona cerrada a los viajeros hasta hace poco, y aún restringida por un caro permiso obligatorio para entrar, que cuesta unos 700$, con la obligación de ir con guía. Nosotros caminamos unos metros hacia el misterioso valle que aún conserva las tradiciones de los tibetanos emigrados allí hace 400 años, pero dejamos para otro momento (con mayor presupuesto), su exploración.

Aquí comenzamos a disgregarnos todos los que habíamos pasado el Thorung La juntos y que coincidimos en los lodge, y nos dimos cuenta del cambio de perfil de los excursionistas. Empezaron a aparecer grupos organizados con guías, cocineros y porteadores que llevaban en volandas a los turistas y hasta les preparaban pasteles donde se podía leer ‘Welcome to Nepal’, eso sí, con huevos traídos desde Kathmandú, y varios burros cargados con avituallamiento de todo tipo.

En esta jornada caminamos el equivalente a dos etapas en una para adelantar. Además la zona del Kali Gandaki, también llamada ‘Windy valley’ es una zona extremadamente ventosa por la que resulta desagradable caminar a partir del mediodía, ya que la recién construida carretera (camino de tierra) hasta Jomsom ha habierto la circulación en el valle y hay que protegerse continuamente de las polvaredas levantadas por motos, jeeps, autobuses y camiones.

¡Ah! No os olvidéis de probar el zumo de manzana de Marpha o comprar manzanas a los vendedores que hay por el camino, ¡están buenísimas!
También es un buen lugar para buscar fósiles milenarios y si no se encuentran, comprar uno de recuerdo a los vendedores ambulantes.

Día 13 LARJUNG(2.550 m) – TATOPANI (1.200 m)
El una etapa larga pero plana. Aquí hicimos un poco de trampa, y como queríamos pasar la noche en Tatopani para darnos un baño en las aguas termales, nos subimos a un bus desde Lete a Ghasa, para así conseguir nuestro objetivo.

Las famosas aguas termales de Tatopani no son un spa, sino dos simples balsas cerca del río bastante rudimentarias, pero donde han montado un chiringuito para pagar la entrada (40 NRs) y poder comprar bebidas frescas para tomar mientras nos damos un baño.

Día 14 TATOPANI (1.200 m) – GOREPANI (2.870 m.)
Aquí empieza la larga subida de escalones de piedra hacia el Poon Hill. 1.600 metros de subida, esta vez sin el agravante de la gran altitud, pero que resultan agotadores.

El paisaje en este punto vuelve a ser de frondosos bosques, cascadas y saltarines riachuelos.

Día 15 GOREPANI (2.870 m.) – NAYAL PUL (1.070 m.) [Vuelta a Pokhara]
Último día de trekking. En Gorepani volvimos a encontrarnos con Rodolfo, el amigo madrileño con el que cruzamos el Thorung La y con quien caminamos durante la última jornada de nuestro ‘paseo’ por el Himalaya, esta vez en una sucesión de más de 3.400 escalones de madera para bajar los más de 1.800 metros que nos separaban de Nayal Pul, donde tomamos el autobús de vuelta hasta Pokhara.

Volviendo a las terrazas de arroz

Volviendo a las terrazas de arroz

Cuando creíamos que la aventura había terminado, llegó el momento de volver a la civilización y tras dejar pasar varios buses llenos, acabamos subidos al techo de un autobús nepalí, con los locales y bien agarrados a los barrotes sobre los que nos sentábamos, para no salir despedidos en una curva o un bache inesperado.

¡Un buen final para una ruta de 15 días en el Himalaya!



Autor

Aún no estoy segura de si yo llevaré a la mochila o la mochila me llevará a mi.

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