Abel Tasman, postal caribeña en aguas frías

El Parque Nacional de Abel Tasman es tal y como aparece en los folletos. Agua cristalina, arena dorada y unas vistas espectaculares desde los senderos que recorren la costa.

Laguna interior en Abel Tasman

Laguna interior en Abel Tasman

Después de cruzar el estrecho de Cook que separa la Isla Norte de la Sur con una niebla y un frío que nos parecía más propio de un clima nórdico en invierno que del verano neozelandés, desembarcamos con rumbo a Abel Tasman. Teníamos la intención de pasar un par de días en la zona y hacer trekking por las rutas del parque.

Senderos del parque

Senderos del parque

Poco a poco, la lluvia, la niebla y la oscuridad dio paso a un cielo azul donde brillaba el implacable sol neozelandés. Hay tan poca capa de ozono en estas latitudes, que es indispensable huntarse durante todo el día con crema de la máxima protección para evitar acabar con el cuerpo lleno de ampollas.

A la rica playa de aguas frescas

A la rica playa de aguas frescas

El primer día lo dedicamos a pasear tranquilamente por las playas, convertidas en kilómetros de arena pantanosa y llena de todo tipo de moluscos abandonados por las aguas. Las fuertes mareas en Nueva Zelanda cambian por completo el paisaje un par de veces al día, de manera que es improtante tener en cuenta los horarios de las mareas, porque un paso de 10 minutos puede convertirse en un rodeo de hora y media cuando sube la marea.

Nuestro recorte presupuestario nos obligaba a dormir en la furgoneta, así que para no tener que pasar una noche en los refugios del parque, pero sí poder recorrer gran parte de los senderos, decidimos invertir en un transporte en bote que nos llevó hasta el corazón de Abel Tasman para luego caminar de regreso.

Tractores remolcadores de lanchas

Tractores remolcadores de lanchas

Y aquí volvimos a probar un medio de transporte bien ingenioso, el tractor-remolcador de barcas. Al ser muy grandes las mareas, no hay puertos, las barcas se echan y sacan del agua cada vez. Nos subimos a la barca en la misma oficina de los taxis botes y desde el asfalto directamente al mar, primero arrastrados por un tractor y luego impulsados por la lancha a motor.

Senderos de Abel Tasman

El trayecto está considerado una de las partes más bonitas, y podemos confirmarlo. La ruta entre Onetahui Beach hasta Torrent Bay te adentra en bosques de costa poblados de helechos y frondosos árboles, para luego desembocar intermitentemente en panorámicas vistas de las doradas bahías recortadas por el turquesa de sus aguas.

Una buena combinación con el trekking por Abel Tasman es alquilar un kayak y recorrer las bahías e islotes para poder acercarse más a la colonia de focas de Tonga Island y con un poco de suerte, compartir algunos momentos de remo con juguetones delfines.



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Aún no estoy segura de si yo llevaré a la mochila o la mochila me llevará a mi.

4 Comentarios en “ Abel Tasman, postal caribeña en aguas frías ”

  1. Ya esta bien de tantos paisajes, para cuando llegan a la verdadera selva: Buenos Aires? Estaremos por ahi entre el 28 de marzo y el 10 de abril, y sera un placer “testear” unas Quilmes con vosotros.
    Por cierto, ya probaron la cerveza de Paris Hilton? http://www.google.com/hostednews/epa/article/ALeqM5iyKR1jOUzZ5R7sNFcEr3dKni0w-A

  2. dormir en una furgoneta en un sitio asi tiene q ser de lo mejor jejejeje,las vistas parece q son desde el aire!!!y vaya piernas se te ven Julio q ni romario las tiene asi,abrazos locos!!

  3. Lo de la Quilmes y conocer Buenos Aires con un porteño suena fenomenal, pero por más que hacemos cuentas no nos encaja. Alargando mucho nuestro paso por el sur de Chile y Argentina (que no son nada baratos), llegaremos el 14 de marzo a Buenos Aires y pensábamos quedarnos una semana, pero dos ya se nos hace muy largo… A ver cómo evoluciona nuestro viaje en los próximos días. Un abrazo! Ah! Nos apuntamos lo de la rubia en Brasil 😉

  4. Julio está con figurín! Viajar con una furgoneta y poderte parar en cualquier sitio a dormir es una gran experiencia. Queremos repetir en algún otro destino. Besos hermano.