Luz y oscuridad en el Ganjes
Un río, el Ganjes. Una cultura milenaria. Ancestrales ritos. Y miles de fieles.
Es difícil intentar expresar todo lo que uno ve y siente en Varanasi en palabras. Podría decirse que no somos propensos al misticismo, ni siquiera muy sensibles a nuevas iluminaciones, pero es cierto que en Varanasi uno presencia la luz y la oscuridad en un mismo momento y un mismo lugar. Somos espectadores de la celebración de la vida y la muerte, entendidas de una manera muy diferente a la nuestra, la occidental.
Comenzaba a caer la tarde, había sido gris y fresca, uno de estos días perdidos de los monzones, que se resistía a irse de la rivera del Ganjes. Decidimos comenzar a explorar Varanasi, desde sus gahts, las escalinatas que se sumergen en el río, donde se concentra la vida cotidiana y espiritual. Serpenteando entre callejuelas, desembocamos en el Ganges a través de uno de los ghats más alejados del crematorio principal, Manikarnika Ghat, para irnos acercando a los más céntricos y multitudinarios.
Mujeres y hombres lavándose, niños vendiendo velas de ofrenda, ancianos reunidos en una charla que iba languideciendo, búfalos dándose un chapuzón o santones ensimismados en sus pensamientos iban formando un paisaje humano, el de la orilla sagrada del Ganges, a su paso por Varanasi. En silencio, sin poder aún emitir una opinión, cruzábamos las miradas viendo cómo grupos de jóvenes jugaban al cricket envueltos en la humareda de las piras de un ghat funerario más pequeño, el que también tiene crematorio eléctrico, mucho más rápido, pero menos sagrado que el rito tradicional.
En el ghat principal, los pequeños grupos se iban condensando en una multitud de gentes, cada una con una tarea, un propósito: vender ofrendas, dar un masaje, enganchar a los absortos turistas hacia una tienda de sedas (verdaderas o falsas), ofrecer los servicios de barquero o guía, realizar su ofrenda después de un largo peregrinaje, y todo tipo de otros negocios o actividades que se escapan a nuestra imaginación.
La colorida Varanasi tiene dos momentos espectaculares, al amanecer, cuando miles de hindús acuden a realizar sus abluciones, y al caer el sol, el momento de la ceremonia del ‘ganga aarti’, con una ‘puja’ o muestra de respeto con la que se venera a la ‘gran madre’, el río Ganges.
Paseo en barca por el Ganges
Con los primeros rayos de claridad, hindús venidos de todas los rincones de India acuden a los ghats para realizar sus abluciones, a menudo en familia, o simplemente lavarse o practicar yoga. La mejor forma de asistir como espectador a estos rituales es en un paseo en barca.
Algunos hoteles de la Ciudad Vieja incluyen gratuitamente el paseo en barco en temporada alta y otros muchos lo ofrecen como un servicio a sus huéspedes, pero hay que tener en cuenta que siempre que haya intermediarios será más caro y puede salirnos por la mitad de precio si lo contratamos directamente con los barqueros, a la orilla del río.
Es muy fácil conseguir una barca, de hecho el ofrecimiento puede llegar a convertirse en pesadez cuando simplemente se pasea por los ghats, sin intención de navegar el río. Para tener una idea, la hora de barca a través de un hotel puede costarnos 100 IRs (Casi 1,5€) por persona, y los barqueros la ofrecen a 50 IRs.
Yo me quedo con la ceremonia del atardecer. Lo recuerdo como uno momento muy especial, místico y de recogimiento. Vivir aquella ceremonia desde una de las barcas, con las pequeñas velas flotando sobre el Ganges y rompiendo la oscuridad de las aguas y la noche….es algo inolvidable!!!. Saludos. Esther
Hola Esther!
A mi me gustaron mas los rituales de abluciones del amanecer, pero la verdad es que los dos momentos son unicos y uno podria quedarse horas y horas contemplandolos.
Chicos! Sencillamente no tengo palabras!! Y nosotros aquí, a dos paradas de metro de vuestro sants de origen!! Snif, snif. Y así, para aproximarme un poco, creeis que remojarse los pies en el llobregat con un vestido fucsia valdrá? Joder, dejadme consolarme!!!
Laia, si tu te banyas en el Llobregat yo vuelvo a India a meterme en el Ganjes, que no se cual anda peor de contaminacion! Ya sabes que os esperamos en cualquier punto del viaje 😉 Un beso grande!