Me gustan los Sijh

Tras más de 15 días recorriendo el subcontinente, empezaba a preguntarme dónde estaban los indios con turbante que siempre aparecían en mi imaginario viajero cuando pensaba en India.

Sijh en el Templo Dorado

Sijh en el Templo Dorado

Elegantes, serios, con voluminosos turbantes de colores recogiendo sus largas melenas. De la misma forma que los brillantes saris representaban para mi a la mujer india, los sijh habían formado en mi mente una imagen del hombre indio. Seguramente a causa del cine, la fotografía y otras imágenes sesgadas que nos llegan a Europa, había tomado la parte por el todo y pensaba que ese era el perfil del hombre en India. ¡Error! Como otros muchos que nos vamos sacudiendo cuando viajamos.

Los sijh son sólo una parte de la población india, en realidad una religión y cultura que convive con el induismo, el budismo y el islam, entre otras. Por eso, hasta que no empezamos a abandonar el Rajastán hacia el norte, no empezamos a ver a los sijh.

En Nueva Delhi comenzaron a estar muy presentes, sobre todo en la policía, el ejército… Y al tomar nuestro tren hacia Amritsar estábamos rodeados de pesados y solemnes turbantes portados por hombres con barba, serios, respetuosos y a la vez muy amables.

Nos dirigíamos al lugar sagrado sijh por excelencia, el Templo Dorado de Amritsar.

Es curioso ver como muchos trabajan en cuerpos de seguridad del Estado, y es que una parte de ellos nacen en la estirpe guerrera y ésta ha sido una forma de adaptarse a los tiempos modernos. Tampoco es raro verlos pasar con lanzas puntiagudas en plena estación central de Nueva Delhi, o llevar elaboradas dagas en la cintura, incluso a las mujeres.

Pero a pesar de su seriedad casi solemne, son una población mucho más ordenada que otras en India, y hasta nos sorprendimos al comprobar que saben hacer una ‘fila india’, porque a pesar del nombre en español, en India no saben hacer una cola ordenada y para llegar a una taquilla de tren, por ejemplo, es indispensable meterse en la multitud, intentar hacerse un hueco y empujar hasta llegar al objetivo. Si no lo haces, puedes pasarte la mañana entera viendo cómo va llegando gente y se pone delante de ti sin ningún remordimiento.

Ahora, una vez desempolvadas mis falsas imágenes y haber conocido más de cerca la cultura sijh en el Punjab, me reafirmo, ¡me gustan los sijh!



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Aún no estoy segura de si yo llevaré a la mochila o la mochila me llevará a mi.

2 Comentarios en “ Me gustan los Sijh ”

  1. ¿Que es una daga?¿Por que esta tapando la columna?
    Todas estas y muchas mas preguntas nos hacemos aqui, tendreis que poner una Agencia de informacion mundial para curiosos Españoles.
    Cuidaros mucho ,besos.

  2. Una daga es un cuchillo, afiladito y para llevar en la cintura 😉 Lo de la columna se escapo a nuestro entendimiento sobre la cultura sijh.
    Muchos besos!