Meherangarh el inexpugnable
Desembarcamos por la noche en la estación de autobuses privados de Jodpur, la ciudad azul, y comprobamos el porqué de la mala fama que tiene la ciudad por el intenso tráfico y la polución. La mal llamada estación es un pequeño descampado a las afueras en una de las carreteras que llevan hacía la parte vieja de la ciudad, por donde no paran de pasar coches, motos, autorickshaws, etc todos pitando y soltando humo negro por los tubos de escape.
Fuerte Meherangarh
Como es norma en India, nada más bajar te rodean los acosadores conductores de rickshaw contándote que si tal hotel de su primo, que si el que quieres ir está sucio o cerrado. Milongas. Una vez regateado el precio nos dirigimos a nuestro hotel de la parte antigua situado en la calle que llevaba hasta el fuerte.
Esta vez habíamos elegido bien el hotel. Por la mañana nos quedamos con la boca abierta, cuando subimos a desayunar a la terraza y nos encontramos con unas vistas increíbles de la ciudad vieja al pie del imponente Fuerte de Meherangarh al norte; el palacio de Umaid Bhawan (Chittar) recortado por la Torre del Reloj al sur y el monumento Jaswant Thada al este.
Este magnífico fuerte pertenece al marajá de Jodhpur. Después de la independencia india los marajás perdieron todo el poder político, pero mantuvieron sus títulos de forma honorífica. Ahora reconvertidos en empresarios, mantienen facetas filantrópicas, como el marajá de Jodpur que creó una asociación para la conservación del fuerte. Después de restaurarlo lo convirtió en museo e incluso modernizó la visita al fuerte creando unas interesantes audioguías que se incluyen con la entrada.
Tiempos de marajas
El fuerte fue construido siguiendo la forma de la montaña y es tan inexpugnable que jamás ha caído bajo ningún asedio. El interior del fuerte es una serie de patios y palacios de terracota interconectados entre sí, rodeados por una inmensa muralla.
Con ayuda de la audioguía pudimos descubrir la tierna historia de la coronación del último marajá, siendo un niño de apenas 6 años, recorrer los palacios como el de Moti Mahal, donde una serie de balcones secretos permitían a las esposas del marajá espiar a los visitantes durante las audiencias políticas, o comprobar que desde las estancias que rodean el patio de Holi Chowk puedes ver sin ser visto a través de ventanas con intrincadas celosías.
Entre balcones
Durante la visita se han dejado intactas estancias donde vivían los antiguos moradores. Sorprende lo pequeña que era la cama donde dormía la madre del marajá o la estancia para el ocio de las princesas que tiene un columpio. También se pueden ver exposiciones de armas, de vestidos, de palanquines y de asientos para montar en elefante (howdahs), lo que hace muy entretenida la visita.
Con ganas de más, subimos a recorrer las impresionantes murallas que están llenas de cañones de diversas épocas. Desde allí pudimos disfrutar de preciosas vistas de la ciudad azul al pie del fuerte y del monumento de Jaswant Thada, al que se puede ir caminando en un paseo de 10 minutos, digan lo que digan los conductores de rickshaw.
Monumento de Jaswant Thada
Jaswant Thada es una construcción de mármol blanco en honor al marajá Jaswant Sing II. En él están su tumba y las de su familia. El pequeño edificio con elaborados grabados es un lugar agradable para descansar de la visita al fuerte y refrescarse un poco bajo la sombra de algún árbol, mientras se admiran las vistas del fuerte y de la ciudad.
Meherangarh es el fuerte que más nos ha gustado del Rajastán, por la combinación entre su sólido aspecto desde fuera de las murallas y la delicadeza y lujo de sus interiores. Sin duda lo recomendaríamos como imprescindible si se visita esta parte de India.
Precio de la entrada:
250 IR Estudiante
300 IR Normal
