De los más tradicional a los últimos gadgets

De las varitas de incienso a los últimos artilugios tecnológicos hay sólo un paso en Tokyo, y como mucho, un par de paradas de metro.

En Japón hemos dormido poco y caminado mucho. Teníamos tanto que ver y el tiempo tan ajustado, por cuestiones de presupuesto, que no hemos desaprovechado ni un minuto.

Niñas en el templo de Senso-ji

Niñas en el templo de Senso-ji

Nuestro campamento base estaba en el hotel Kao San de Asakusa, un barrio a un lado del río tranquilo, y al otro lleno de restaurantes y bonitas tiendas de artesanía, alrededor del templo de Senso-ji, uno de los más importantes de la ciudad. Aquí fue donde nos encontramos por primera vez a los niños y niñas vestidos con los trajes tradicionales para celebrar una especie de comunión sintoísta. Toda la familia al completo se reúne con sus mejores galas en los templos y acompaña a los niños, más contentos que unas pascuas, con sus bonitos trajes y algún que otro regalo que va cayendo durante el día.

Los Beatle japoneses en Roppongi

Los Beatle japoneses en Roppongi

Algunas horas más tarde, nuestros pasos y un billete de metro nos llevaban hasta Roppongi hill, donde unos macro complejos de edificios aúnan centros comerciales, oficinas, viviendas y zonas ajardinadas. Vamos, que uno no necesita salir de ellos si no quiere, porque lo tiene todo cubierto en estas modernas construcciones, donde incluso uno puede disfrutar de una de las famosas arañas de Bourgeois.

Torre de Tokyo

Torre de Tokyo

Aquí cumplimos una de mis curiosidades en Japón, ir a una tienda Muji, que son mucho más grandes que en España y uno puede comprarse desde un sofá a unas galletitas, pasando por cientos de artículos con un diseño sencillo ‘a lo japonés’ igual de apetecible.

Cerca de Roppongi hill empieza ya a despuntar la torre de Tokyo. Un armazón de telecomunicaciones blanco y rojo con un perfil a lo Torre Eiffel, que fue uno de los símbolos de la ciudad allá por los años 80.

Pero para el final del día teníamos aún pendiente un encuentro con lo último en tecnología nipona y qué mejor sitio que Akihabara. Es el barrio electrónico por excelencia, y aunque nuestras expectativas no se vieron cumplidas por completo en cuanto a las famosas gangas en materia de gadgets, si se dedica tiempo, mira, remira y compara precios, sí se puede comprar con un considerable ahorro en artículos caros.

Barrio tecnológico de Akihabara

Barrio tecnológico de Akihabara

Y después de tanta luz, señoritas ‘maid’ y speaker cantando las ofertas de cada tienda, nada como saciar el apetito en uno de los muchos rammen (¡Gracias Alex!) que hay por la zona. A elegir entre arroz, noodles o tempura ¿qué os apetece más?



Autor

Aún no estoy segura de si yo llevaré a la mochila o la mochila me llevará a mi.

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