El torii flotante de Miyajima
Miyajima guarda una de las imágenes más famosas de Japón: el torii sobre el agua, que cambia su aspecto según suben y bajan las mareas, alcanzando uno de los momentos más mágicos durante la puesta de sol.
La isla de Miyajima se encuentra muy cerca de Hiroshima y se puede llegar a ella tomando un tren y un ferry, ambos de la Japan Rail, por lo que es válido el JRPass, y si se tiene, no hay que pagar más por el transporte.
Mientras el ferry se acerca a la isla, tras apenas 15 minutos de trayecto, nadie puede quedarse sentado en su asiento y los pasajeros, en su mayoría visitantes de un día, se agolpan en los laterales del barco para ver el torii hacerse cada vez más grande y comenzar a distinguir las elegantes balaustradas del templo sintoísta de Itsukushima al fondo, bajo una cascada de árboles multicolor que cubren la colina.
Un Torii es una puerta que en la tradición japonesa da generalmente entrada a un santuario sintoísta, aunque también se encuentran en algunos templos budistas, dada la convivencia de ambas religiones en Japón.
El sintoísmo es más una cuestión de principios y conceptos que de fe. No tiene un fundador o divinidad, ni sagradas escrituras, pero en cambio, otorga toda la importancia de sus creencias a la vida y los elementos que nos rodean: los ríos, el viento, la lluvia, las montañas…
Fue precisamente en el templo-santuario de Itsukushima donde pudimos asistir a parte de una ceremonia de casamiento sintoísta, donde se representan música y bailes.
Miyajima puede visitarse en medio día desde Hiroshima, pero si se dispone de tiempo, es un lugar perfecto para relajarse y subir el parque de la colina, donde en otoño los árboles ofrecen un espectáculo fascinante.