Paisajes burbujeantes en Rotorua
Normalmente vivímos plácidamente en nuestro cielo particular sin muchos sobresaltos y con relativa calma, pero el día que a la naturaleza se le cruzan los cables ya podemos ponernos a temblar de miedo porque el centro de la Tierra está de lo más calentito.
Por Nueva Zelanda tuvimos la oportunidad de ver esas fuerzas naturales en directo y estremecernos con su belleza. Si eres capaz de soportar desagradables olores a pedo y sabes diferenciar un lago de agua hirviente de uno de agua fría, no te pierdas una visita a Rotorua y sus alrededores.
Pero tranquilos, que aunque huela raro, de repente a algún géiser le de por entrar en erupción mientras paseas a su lado y los glup-glups de los lagos de barro burbujeantes te transporten al laboratorio de un científico loco, puedes disfrutar de paisajes lunares y después irte a tomar relajantes banyos en las piscinas termales de algún camping, como hicimos nosotros.
Al visitar el parque de Te Puia nos sorprendimos al comprobar que antiguamente pueblos maorís vivían en la zona y en lugar de espantarse de los géiser y los paisajes burbujeantes, lo que hacían era aprovecharse de las privilegiadas aguas calientes para cocinar y olvidarse del frío en invierno.
No hay mejor lugar para aprender de la cultura maorí, allí nos quedamos embobados con las tallas de madera de su Marae, el centro de reuniones de la comunidad, y nos recibieron con una ceremonia de bienvenida, en la que demuestran su fuerza y su espíritu guerrero.
Nueva Zelanda nos ha descubierto muchas caras de la naturaleza y en Rotorua hemos visitado la más explosiva, representada por violentos géisers de agua hirviendo y lagos de barro a más de 100ºC, que aunque no parezcan de lo más acogedor, tienen una belleza natural cruda, sin pulir.
alli asusta todo por q si os yegais a encontrar con la seleccion de rugby no veas a correeeeer jajaja,entonces nueva zelanda mola?parece q si, y yo sin pasarme por alli…me cachis
Al equipo de rugby no lo vimos, pero dormimos en un ‘parking’, que no ‘camping’ de caravanas maorí y a uno le sangraba la oreja, seguro que venía de jugar un partido 😛