La niebla cae sobre Mordor

Las nubes habían bajado a ras de suelo aquella mañana y si mirábamos hacia el lugar donde según el mapa debían encontrarse los volcanes, no veíamos más que algún que otro trozo de roca negra perderse en la niebla. Mordor, digo, el Parque Nacional del Tongariro, no iba a ponérnoslo fácil.

Caen las nubes sobre el Tongariro

Caen las nubes sobre el Tongariro

Como habíamos dormido ‘off the road’ ese día, no teníamos opción de coger alguno de los autobuses de los campings y hostales, así que nos montamos nuestro propio Tongariro Crossing, llegar hasta la mitad del trekking y volver al parking donde habíamos dejado la furgoneta, para así completar unas 6 horas de marcha (con buen tiempo).

El camino comienza plano y fácil en la llanura que se extiende junto a la falda del grupo volcánico. Después de este agradable paseo, el paisaje se vuele más agreste y la ascensión hacia la cumbre, en nuestro caso hacia las nubes, obliga a bajar el ritmo.

Crater central (Tongariro National Park)

Crater central (Tongariro National Park)

En general, el Tongariro Crossing no es un trekking difícil y se puede completar en unas 7-8 horas, si no se tiene que lidiar con niebla, vientos helados que nos congelaban la humedad en las cejas y las pestañas, y una lluvia intermitente pero punzante, que jugaba en nuestra contra.

Pero lo maravilloso de Nueva Zelanda es la rapidez con la que en un mismo día podemos pasar de un clima típicamente invernal a un soleado día veraniego y volver a un gris otoñal en el margen de unas pocas horas. Así, después de haber llegado a la cumbre y no ver nada tres metros más allá, estábamos a mitad del descenso cuando se produjo el milagro climatológico.

Las nubes comenzaron a subir y moverse de un valle a otro, abriendo ante nosotros un paisaje lunar maravilloso donde antes reposaban las opacas nubes. Laderas rojizas, ásperas rocas… ¿porqué no subimos otra vez?

Reponiendo fuerzas para la segunda ascensión

Reponiendo fuerzas para la segunda ascensión

Dicho y hecho, nos zampamos un bocata de salami para recuperar fuerzas y emprendimos por segunda vez en ese mismo día la ascensión hacia el cráter central y los Lagos Azul y Esmeralda. Debía ser ‘el poder del anillo’, pero no queríamos irnos de este increíble lugar sin ver un poco más, y lo conseguimos.

Lagos Esmeralda (Tongariro National Park)

Lagos Esmeralda (Tongariro National Park)

Cómo una tregua, las nubes se apartaron para dejarnos admirar los paisajes y volver media hora más tarde, cerrando la sesión a nuestro paso, como un telón blanco cayendo, una vez terminado el espectáculo.



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Aún no estoy segura de si yo llevaré a la mochila o la mochila me llevará a mi.

5 Comentarios en “ La niebla cae sobre Mordor ”

  1. Preciosa foto,pero¿no encontrasteis ninguna ESMERALDA?¿ni tocasteis el agua?.NO SOI jUAN.

  2. la estais cogiendo el gusto a las alturas heeeee,mu bien vosotros las nubes y la montaña,vaya fotazos heee,besos

  3. Habeis visto a Pako por ahi??

  4. Jajaja, Silvi! Ya te decía yo que el poder del anillo es poderoso!!

    Qué envidia cochina me dais! Disfrutadlo!

  5. Creo que Pako andaba de farra por la Tierra Media, haciendo jumping, buging o algun deporte extremo de estos que practican en Nueva Zelanda!
    Cañi, tienes que venir a NZ, que además es mucho más económico que por ejemplo Australia.
    Besos élficos!