Mejorando la receta de la caipirinha

Al mal tiempo buena cara. Eso decía mi abuela y esta vez le hemos hecho caso literalmente. No penséis que es fácil, porque hay que ponerle mucho empeño para mantener la buena cara cuando uno se va a una isla rodeada de playas y llueve durante el 75% del tiempo.

Barca de pescador en Morro de Sao Paulo

Barca de pescador en Morro de Sao Paulo

Eso sí, todo mago tiene sus trucos, y nosotros hemos utilizado uno llamado caipirinhas para lograr el objetivo, que una semana de diluvios tropicales no nos aguara la buena cara.

Llueve ahí fuera

Llueve ahí fuera @A.Santos

Todo comenzó con una visita al supermercado en la que descubrimos que la cachaça es más barata que el agua en Brasil. Y sí, agua parece, pero ya os digo yo que agua no es, tenéis mi palabra y nuestra experimentación durante largos días lluviosos.

Taxis (ecológicos) en Morro

Taxis (ecológicos) en Morro @A.Santos

El lugar de experimentación elegido fue Morro de Sao Paulo, más que nada por obligación. Pero reconocemos que en nuestro apartamento recién abierto para la temporada y con el aroma antipolillas revoloteando aún en el ambiente, tampoco era un mal laboratorio, sobre todo cuando se fueron nuestros vecinos chino-brasileños y podíamos montar barra de cócteles nocturna ¡ah, y sesiones fotográficas! Lo que hace el aburrimiento…

Los tres del coco

Los tres del coco

Ahí estaba Alicia (la tercera pasajera) testeando variables con experiencias de usuario, perdón, de bebedores. Primero la lima machacada, después el azúcar ¡mucha azúcar!, (mientras otro dale que te pego con la bolsa llena de hielo en el suelo para que quedara bien picado), y el toque final, cachaça a voluntad. ¡Ya está, los tengo listos! A esta llamada acudíamos prestos, reunión en el porche y a degustar nuestra ofrenda a las lluvias brasileñas.

Y sigue nublado...

Y sigue nublado...

Paseo en caballo por la isla

Paseo a caballo por la isla

Pero no os penséis que durante 5 días sólo hemos bebido caipirinhas, también hemos seguido catando cervezas. ¡Ay! Eso no es lo que quería explicar, que también hemos explorado a lomos de un caballo el interior de la isla y galopado a lo loco por las inmensas playas abandonadas por el océano en marea baja. También nos hemos bañado en las piscinas naturales y buscado cangrejos y pececillos entre las rocas; y tomamos ‘coco gelato’ bajo una palmera; y nos metimos alguna que otra buena cena, que no todo es beber y beber

[Nota: La vuelta al mundo de las obligaciones, los pagos, la búsqueda de un piso donde vivir y las rutinas nos ha retrasado… entendedlo]

[Nota 2: A los que aún estáis por ahí dando tumbos… ¡No volváis!]



Autor

Aún no estoy segura de si yo llevaré a la mochila o la mochila me llevará a mi.

3 Comentarios en “ Mejorando la receta de la caipirinha ”

  1. Tomo nota.

  2. De momento no hay intención de volver, no sufráis por eso 😉

  3. ¡Uf! Menos mal que no teneis esas ideas locas de volver en la cabeza.
    ¡Huid de todo lo que huela a morriña y que no os embauquen!
    ¡que no estamos tan mal!