Deckard caza androides en Hong Kong
Si durante un viaje haces escala en Hong Kong, merece la pena parar dos o tres días para sorprenderte con esta ciudad futurista llena de rascacielos, dignos de Gotham City, bosques y mercadillos donde comprar todo lo inimaginable.
Lo más económico es dormir en algún hotel de la zona de Kowloon. Allí acabarás seguramente en las famosas Chungking Mansions, un mega-edificio parecido a un gran bazar lleno de hoteles baratos y pasillos por todos lados, en el que hay que hacer cola para subir en los ascensores.
Nada más bajar a las calles de Kowloon notamos cómo en Hong Kong el dinero flota en el aire (la pena es que no lo puedes atrapar al vuelo). Aunque ahora digan que es China, la realidad es que lo que uno se encuentra es una gran ciudad de negocios llena de occidentales, centros comerciales de tiendas de lujo y calles impolutas.
Cómo lo teníamos cerca, lo primero que hicimos fue darnos una vuelta por el paseo de las estrellas de cine hongkonés. Allí está la famosa estatua de Bruce Lee, rodeada de fans poniendo cara de duros y posturitas de artes marciales, con el skyline de Hong Kong de fondo.
De todos los rascacielos los más imponentes son el futurista edificio del Banco de China (el favorito de Silvia), escenario en la película de Batman Dark Night, y la altísima torre del centro comercial IFC (el que más le gustó a Julio), donde además puedes subir gratis a la planta 51 y disfrutar de las vistas.
Otra vista interesante de la ciudad en la isla de Hong Kong es la colina Victoria Peak, a la que subes en el Peak Tram, un viejo tren cremallera. Allí descubrimos con sorpresa que la ciudad no es sólo cemento y acero, y que la rodean numerosos parques y zonas más tranquilas por donde hacer footing o pasear.
Pero una de las caras de Hong Kong que más nos gustó fue pasear por el Soho y las calles cercanas, donde todavía queda algo de la esencia de la antigua ciudad. Mercadillos de antigüedades, pescaderías o puestos de ropa con farolillos colgados, son un bonito contrapunto a la multitud de ejecutivos que entran y salen de los rascacielos cercanos.
Si se tienen más días, otros puntos cercanos a Hong Kong son el Giant Budha y el monasterio Po Lin en la isla de Lantau. Son lugares tan turísticos que tan solo merecen la pena si quieres probar el metro y ver las afueras desde el asiento del autobús.
Hong Kong es una ciudad que no nos ha apasionado, pero en la que podríamos imaginarnos fácilmente a Rick Deckard cazando androides y comiéndose unos noodles chinos después de recorrer las pasarelas entre los rascacielos.
Demasiados rascacielos.
La verdad es que Hong Kong nada tiene que ver con el resto de China. Pudisteis ver los delfines rosas en Tai-O, en la isla de Lantau?