El espíritu de la nueva Hiroshima
Sin ser capital o haber albergado unos juegos olímpicos, Hiroshima es tristemente famosa por ser el primer objetivo del lanzamiento de una bomba atómica. No sabíamos si este hecho seguiría marcando la vida de la actual Hiroshima, una ciudad totalmente moderna, construida sobre cenizas y secuelas que perduraron durante muchos años.
Pero lejos de ese resentimiento que cabría esperar, en Hiroshima hemos compartido algunos de los momentos más divertidos de nuestro viaje por Japón, como la alegría de un cocinero en un restaurante de Okonomiyakis o la amabilidad y sentido del humor de las chicas de Hana Hostel.
La ilusión por un mundo sin armas nucleares se ha convertido hoy en día en un símbolo material en Hiroshima: el Memorial de la Paz.
El Hiroshima Peace Memorial Museum es una demostración de buen gusto y elegancia. Aunque es inevitable quedarse sin habla a la salida, para tratar de asimilar una realidad ya conocida, pero no por eso menos dura. La exposición de los hechos y las consecuencias del lanzamiento de la Bomba Atómica están explicadas mirando siempre hacia el futuro y desde la perspectiva de una lección que ya debería estar aprendida: la necesidad de erradicar las armas nucleares en el mundo.
El recorrido por el museo se puede dividir en cuatro partes:
- ‘Los antecedentes’, que relatan de manera bastante neutral la secuencia de hechos que provocaron este desenlace (la conversión de Hiroshima en una ciudad de industria militar, ataque a Pearl Harbour, participación en la Guerra del Pacífico…).
- ‘La creación de la bomba’. Desde un punto de vista científico y político.
- ‘El lanzamiento’. Elección de las ciudades objetivo, lanzamiento sin previo aviso…
- Y por último, los ‘efectos en la población y las construcciones’. Cómo la bomba arrasó casi por completo la ciudad y las secuelas que perduraron durante décadas en los supervivientes.
Ya fuera del museo, es inevitable quedarse unos minutos frente a la llama de la paz, que dicen no apagarán hasta que desaparezcan todas las reservas de armas nucleares del planeta. Tras la llama, comenzamos a ver la silueta del Dome, el único edificio de la época que se ha conservado. Según nos acercamos, comprobamos como sus ruinas y hierros fundidos, con un fondo de rascacielos, han quedado como el recuerdo de algo que no debe volver a ocurrir.
Pensaba que a estas alturas esta ciudad aún sufría secuelas por la bomba.
Por cierto, el título está sin corregir.
Aix, gracias por avisar Mochilero! Es que con las prisas se cuelan gazapos 😉
Hola chicos!!!!!!…….Vaya envidiaza de viaje!!!!….Q sitios tan bonitos y que de cosas chulas estais viendo….ayyyyy. Espero que esteis descubriendo muchas cosas nuevas y supongo que tmb estareis descubriendoos, vaya aventura….jejejejeje. Os lo habeis montado jamon…Besitos dsd el sur del sur
Hola Rocio, qué alegría encontrarte aunque sea ‘virtualmente’ por aquí. Pues la verdad es que estamos disfrutando muchísimo de esta experiencia. Estar estos días en una bonita isla de Vietnam y con la idea de ir a pasar la Navidad a Camboya, es algo que no se puede repetir todos los años, así que lo aprovechamos al máximo. Un abrazo grande.